Restauración de una descalzadora
Así de linda ha quedado esta descalzadora después de restaurarla. Compré dos iguales en un mercadillo de segunda mano ,porque en cuanto les puse el ojo encima, me enamoré de ellas.
Y eso que su aspecto no tiene nada que ver con el de ahora. El asiento era como el de los sofás de antes, de esos que en invierno te escurrías en ellos y en verano te quedabas pegado por el sudor. ¿ A que ya recordais lo que os digo ?
Primero quité el asiento para poder trabajar mejor. Las patas de la descalzadora son de hierro y la madera estaba teñida. El tinte de la madera lo lijé completamente hasta dejar la madera desnuda.
Después dí imprimación blanca a las patas para después poder darles dos manos de pintura de color verde pálido.
En la madera sólo dí una mano de la misma pintura y una vez seca procedí a decaparla para dejar asomar la madera.
Para terminar, le dí cera a toda la descalzadora y una vez seca, pilí un poco...Ahora tiene un tacto sedoso maravilloso.
El asiento lo tapicé con una tela vintage preciosa que atornillé a la estructura.
Aquí a medio quitar el tinte. No fué dificil, sólo un poco laborioso.
En esta foto se puede ver con la madera desnuda, tal y como la quería para empezar a trabajar en ella.
¿ Veis el tinte ?. Las patas están aquí con imprimación.
Disculpadme las fotos. Tengo que mejorar muchísimo la técnica, jeje
La otra descalzadora la pintaré y tapizaré en otros colores.
Este mueble estará a la venta en un catálogo en el que estoy trabajando actualmente.
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